domingo, 7 de diciembre de 2008

En las manecillas del reloj
moran los ecos de los muertos…
Nadie puede detener el crujir.


П


De las piernas del tiempo…
Los ecos se extinguen en la miel,
que recubre los espacios perdidos
de la muerte lenta y bastarda
de una ausencias interminable.


Ш


Más sueños… con tu muerte absurda
en un pozo donde florecieron cuervos…
Tu muerte en una televisión flaca.
Tu muerte en la maldita tinta de los muros.
Tu muerte es llanto de un hombre nuevo…
Grito que erotiza la piel agrietada
de tantos cadáveres que pisotea a diario.

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