domingo, 7 de diciembre de 2008

Y nunca estas en ,mi templo

Y nunca estas en mi memoria relativa.
Grito tu nombre en las escaleras
de la epidermis del cristal
a la roca que es sonido
a las rodillas sangrantes del templo.

Orino el jardín de los hombres virtuales
de versículos bíblicos que se autodestruyen
y una pradera se incendia y aborta de gemidos.


Hay palabras del viejo,
que recuerdo y son como la espuma
ácida que oxida la impaciencia.


Te busco en la desnudez
de las hojas de marihuana
en lo abismal de tus ansias ojeras
en la tristísima historia de la tinta
que raya tu cuerpo de pintas.


Eres un hermoso graffiti humano
a quien hago el amor cada segundo.

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