Escribir para reactivar amores clandestinos
que navegan en los sótanos de la memoria.
Invocación tumultuaria de vírgenes
que se arremolinan en el cementerio
urbano de los deseos.
Escribir para tomar por asalto
los senos ocultos del atardecer
absorber sus risas, tintas
palabras enrojecidas
Tiempos oscuros de los amantes,
donde no hay tregua para nadie
Escribir resucita los volcanes de la piel
eclipsando el cáncer de los ojos
vitaliza a los muertos amantes.
Ellas son la unidad carnal
las que han explorado la piel del día
las que se sumergen en las ojeras
de la noche para buscar un cielo
prometido de incendios.
II
Tecleo tu nombre debajo del caos
un eclipse juguetea por tus ojos.
Hay un pene duro
entre tus piernas ensangrentadas.
las voces-neblina del atardecer
toneladas de lagrimas doradas
que construyen un aserradero de piernas
De las amantes enmohecidas. . .
Se miran hasta hacer estallar los días
ocultan kilómetros de vísceras.
De los amantes sus caricias multiplicadas a la impotencia
sus amores clandestinos.
Son animales nocturnos que se rasgan la piel
para cambiar a otros paraísos y dimensiones
son animales insaciables de fluidos
acuaticas sombras que se entrecruzan
gimen, lloran, resucitan
no al tercer día
sino al siguiente orgasmo
Mujeres narcotizadas de abandonó
Niña oscuridad narcotizada de azul
te despojas del cielo que cubre tu desnudez
Tu cuerpo es un navío flotando en el charco
naufraga en llamas.
Niña cuerpo, tumba,
cocainómana en noches salvajes
Desamor que se rebela contra tus corazones disecados
¡Hay una absurda guerra
en cada beso, segundo, vagina
y sueños!
No hay comentarios:
Publicar un comentario