¿Quien apagará
la radiactividad de las sombras?
El hombre ama a una mujer
que habita en un vaso de agua
En el vaso de agua
se sumerge una ballena alcohólica.
Al interior tres ciudades de ojos
¿Quién incendió este cementerio de corazones?
Negras pesadillas extraen las vísceras
de la ausencia que viaja en los glóbulos.
Nada importa, sólo la oscuridad
de estos vasos sin historia.
en una tregua al desamor
son peces iracundos besan la planicie
imploran.
Tinta que teje un andamio inválido
el cuerpo de tus pupilas en silencio
La niña muerta es una hoja seca
en la enramada de la tarde.
Sus manos blancas
como gaviotas sin cielo
los labios entrecerrados como fosas
el florece una estrella
en las nubes de sus SENOS.
Tienes como corazón
una manada de perros
que esclavizan tus vísceras
mientras duermes debajo de la TINTA
Hay en tus pupilas desiertas
injertos de noche
piernas que se ramifican
que buscan la salida de estas prisiones
Te vas entre la niebla de las palabras
las detonaciones al cerebelo
el mezcal que agrieta mis entrañas
Me siento a llorar en un islote de la luna
se carcajean los perros. . .
las ranas fornican sobre traje azul
y una mujer diminuta entra por mi pupila.
Después de recorrer la piel de la noche
morir en cada esquina alcoholizado
En las entrañas de una prostituta
sepultar poemas oscuros y una religión
Después de repetir tu nombre
a cada vagina verde
cada orgasmo nocturno
a cada tren sin pasajeros.
Después de ti no hay muerte
sólo corazones disecados
que aguardan la lluvia de otros hombres.
Sólo existe tu andante sombra
en las azoteas de mi epidermis
Sólo existe un poema ahogado en mi garganta.
*Abril 20
Una niña tiro un tintero
*Abril 21
En el huerto han florecido
nubes cargadas de sangre
y un feto que escribe POESIA.
*Abril 22
De las flores negras solo quedan
palabras pulverizadas rotas
*Abril 23
No queda huerto en este infierno
sólo un cementerio azul
donde los perros desnudos
destrozan una muñeca sucia.
Exigieren las últimas vísceras
este títere violeta.
En estos plumones
florecen muertos amarillos
respiran el último reducto
de POESIA URBANA
En este corazón
transitan carrozas fúnebres
ángeles decapitados en los ataúdes
de féretros que lloran por tu ausencia
En estos ojos
bosques en llamas
alcanzan los pies de un ángel
que trae de rodillas a la nada.
Un anzuelo transita por mis vértebras
recogiendo los segundos enfermos
que aíslan esta peste azul
de tu piel inflamable
La luna llora niñas huérfanas
en sus muslos tatuajes de caracoles
narran la historia de sus huesos.
De pesadillas marinas
incinerados llevan los parpados
Mis niñas forman una procesión de risas
en cementerios urbanos
que forman este corazón negro.
Las niñas huérfanas navegan en azoteas
navíos extraviados entre sudores
noches que alargan sus dientes
para desangrar sus vientres.
Transpiro
Bocetos de los días nublados
cadáveres que caen del viejo reloj.
Entran por mis narices
cuerpos extraños de vagabundos y duendes
tropiezan con sus huesos.
en la laringe del tiempo.
II
Escupo en las banquetas niños rotos
me imploran con ternura
no abandonar este edificio en ruinas
III
En los andamios de los sueños
abandoné las máscaras de la tragedia
de los cuerpos que habitan este cuerpo.
Amor. . . lo siento No iré a electrocutarme con los restos
de tu piel nocturna.
Despacio desnudo el cadáver
de la mujer que duerme en mis mazmorras
llanuras extensas de palabras cansadas
lunas enfermas de amor
y un mar donde entierro mi falo.
Eres una mentira
en la madrugada púrpura.
M
u
e
r
e
t
e.
La mentira incendia la ciudad
los lobos violan a la luna
que abre dócil las piernas.
II
Tus mentiras degollan a una bestia
que escribió en algún muro una mentira
a las doce una patada
Me ahogo en una taza de café
aves de rapiña guardan mi anatomía
Alguien me encierra bajo llave
Tiempo enfermo de taquicardia
en algunas cavernas de una sirena
Habita entre tus dientes una luz
marina de refugio de paseos sin destino
imágenes que sonríen debajo de tu vientre
narran la oscuridad del mar.
La sirena es un disparo en la oscuridad
se alimenta de corazones e historia.
Ninguna historia como sus manos luz
que captura los derrumbes del fin del siglo.
En la intemperie los restos sonoras
una despedida se prolonga hasta
hasta/la última jugada de ajedrez.
Una manada de perros hambrientos
desgarran las uñas de los días oscuros.
Nadie detiene la erosión de mis manos
un arco iris se esfuma en una taza de té
lágrimas condenan trescientas almas
en los arrecifes del purgatorio.
El mordisqueo agudo a la noche
desangran los labios de la luna
humedece árboles ocultos
en las sombras del deseo.
Voces subterráneas del sueño
llaman a hacerte el amor
entre sabanas heridas
que dejamos sobre nuestra piel magenta.
Ya no existe. . . .
estas ebria de soledades
en un alambre de fuego
La ausencia. . . el cáncer del deseo
la piel en llamas
los cadáveres en los espejos
que gritan cobardes
por segundo de tregua.
No hay comentarios:
Publicar un comentario