Para no caer, el gigante se detiene de las brazos de la naturaleza, apoyándose de la trinchera que ah formado esa insaciable sed de libertad, delante de la del los muralla militar que ah impuesto los maslo gobiernos.
Ahí mismo los ecos de silencio se dejan oír en lo alto de las montañas, resonando en los fértiles oídos del gigante.
Ahí viene sosteniéndose para no caer…
-fotografIa: de "el gato"
-texto: "animal galactivo"
-publicación: edición rebelde
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